De manera inmediata las ideas comenzaron a surgir viendo las posibilidades del espacio y cada quién puso en marcha su creatividad. El grupo decidió que de manera individual trabajaríamos el proyecto y que posteriormente pondríamos las ideas en común, para ver qué podría ser viable en base al presupuesto asignado para la rehabilitación y el tiempo de ejecución.
Durante esos días fui a visitar una exposición en el Centro Cultural de Telefónica y observé una instalación que me pareció una idea magnífica que podíamos tomar para la rehabilitación:
Realicé un croquis para mostrarlo a mis compañeros y otros, pensaron en mobiliario hecho a base de materiales de reciclaje para poder hacer mejor uso del espacio.
Y finalmente después de discutir entre todos las ideas, se realizó este croquis del proyecto final:
Presentamos el proyecto a la universidad, que consistía en el planteamiento de la idea y el presupuesto aproximado de construcción.
A pesar de haber ganado este proyecto, el grupo decidió no realizarlo por falta de tiempo.
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